Qué es el objetivo general de una empresa según Chiavenato

Qué es el objetivo general de una empresa según Chiavenato

El propósito de una empresa va más allá de simplemente generar ganancias; detrás de cada organización hay un enfoque estratégico que define su rumbo. Uno de los conceptos clave en la administración moderna es el objetivo general de una empresa, y en este artículo exploraremos su definición y relevancia según uno de los autores más reconocidos en la gestión organizacional: José G. Chiavenato. A lo largo de este contenido, te explicaré, de manera clara y detallada, qué implica este concepto y cómo se aplica en el contexto empresarial.

¿Qué es el objetivo general de una empresa según Chiavenato?

Según José G. Chiavenato, el objetivo general de una empresa es la meta principal que guía todas las acciones y decisiones de la organización. Este objetivo no es simplemente un deseo, sino una dirección clara, definida y motivadora que busca orientar a la empresa hacia un futuro deseado. Chiavenato considera que el objetivo general es el fundamento del plan estratégico y debe ser formulado de manera clara, medible y alineada con la misión y visión de la organización.

Un objetivo general debe responder a preguntas como: ¿qué quiere lograr la empresa a largo plazo? ¿cómo se distingue de sus competidores? ¿qué impacto busca en su entorno? Para Chiavenato, la claridad en la definición de este objetivo es fundamental para motivar a los empleados, establecer metas concretas y medir el éxito de la organización.

Un dato histórico interesante

José G. Chiavenato es un reconocido administrador brasileño que ha contribuido significativamente al desarrollo de la teoría de la administración en América Latina. Su enfoque en el liderazgo, la gestión de recursos humanos y la planificación estratégica ha influido en miles de empresas y profesionales. En sus escritos, Chiavenato destaca que una empresa sin un objetivo general claro corre el riesgo de ser reactiva y no proactiva en su gestión.

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La importancia del enfoque estratégico en la definición del objetivo general

El objetivo general no se define en el vacío. Para Chiavenato, su formulación debe estar profundamente arraigada en el análisis estratégico de la empresa, que incluye el estudio del entorno interno y externo, la identificación de fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas (FOODA), y una visión realista del futuro deseado. Este proceso asegura que el objetivo general no sea un planteamiento genérico, sino una guía concreta y motivadora.

Además, Chiavenato enfatiza que el objetivo general debe ser compartido por todos los niveles de la organización. No se trata solo de un anuncio del directorio, sino de un compromiso colectivo que se traduce en acciones concretas. Por ejemplo, si el objetivo general de una empresa es ser el líder en innovación en el sector tecnológico, entonces todos los departamentos deben alinearse hacia esa meta, desde el diseño de productos hasta la formación del personal.

Ampliando la idea

Chiavenato también señala que el objetivo general debe ser lo suficientemente ambicioso para desafiar a la organización, pero realista para mantener la motivación. Un objetivo demasiado ambicioso puede llevar a la frustración si no se logra, mientras que uno demasiado sencillo puede generar apatía y falta de compromiso. Por eso, es fundamental que los gerentes y líderes comprendan el balance necesario para formular un objetivo general efectivo.

El rol del liderazgo en la formulación del objetivo general

Uno de los elementos clave que Chiavenato destaca es el rol del liderazgo en la definición del objetivo general. Según el autor, un buen líder no solo formula el objetivo, sino que lo comunica con claridad, lo transmite con pasión y lo convierte en una realidad operativa. Esto implica que el líder debe estar involucrado activamente en el proceso de alineación estratégica, asegurándose de que cada parte de la organización comprenda su papel en la consecución del objetivo.

Por ejemplo, un líder que quiere que su empresa sea reconocida por su sostenibilidad debe no solo declarar este objetivo, sino también implementar políticas de reducción de residuos, promover la responsabilidad social y medir los resultados de forma constante. En este sentido, el objetivo general no es un documento estático, sino un motor dinámico de cambio.

Ejemplos prácticos de objetivos generales según Chiavenato

Para entender mejor cómo se formulan los objetivos generales según Chiavenato, es útil revisar algunos ejemplos prácticos. A continuación, te presento algunos casos ilustrativos:

  • Objetivo general de una empresa tecnológica:

Ser la empresa de software más innovadora del mercado en América Latina en los próximos cinco años.

  • Objetivo general de una empresa de servicios financieros:

Convertirse en el banco más accesible y confiable para la clase media urbana del país.

  • Objetivo general de una empresa de manufactura:

Reducir los costos operativos en un 20% y aumentar la producción en un 30% en el próximo año fiscal.

Cada uno de estos objetivos es claro, medible, y alineado con las metas estratégicas de la organización. Además, son concretos y permiten medir el progreso a lo largo del tiempo.

El concepto de objetivos jerárquicos según Chiavenato

Chiavenato introduce un concepto fundamental: los objetivos jerárquicos, donde el objetivo general es el más alto en la escala. Debajo de él se encuentran los objetivos específicos y los objetivos operativos, que se derivan directamente del objetivo general. Esta jerarquía permite que la empresa tenga una dirección clara y que cada nivel de la organización tenga metas claras que contribuyen al logro del objetivo general.

Por ejemplo, si el objetivo general es Mejorar la satisfacción del cliente en un 15% en el próximo año, los objetivos específicos podrían ser: Reducir el tiempo de atención al cliente en un 20% o Mejorar la calificación promedio de servicio en 0.5 puntos. Cada uno de estos, a su vez, se traduce en objetivos operativos para los distintos departamentos.

Recopilación de objetivos generales en diferentes tipos de empresas

A continuación, te presento una recopilación de objetivos generales formulados según Chiavenato, clasificados por tipo de empresa:

| Tipo de Empresa | Objetivo General |

|——————|——————-|

| Empresa tecnológica | Ser pionera en la implementación de inteligencia artificial en servicios financieros. |

| Empresa de manufactura | Incrementar la productividad en un 10% mientras se reduce el desperdicio en un 20%. |

| Empresa de servicios | Mejorar la experiencia del cliente en todos los canales de atención. |

| Empresa social | Contribuir al desarrollo sostenible en comunidades vulnerables. |

| Empresa de retail | Ser el minorista más accesible y confiable en la región. |

Cada uno de estos objetivos refleja una visión clara y alcanzable, y está formulado de manera que puede ser medido y evaluado con el tiempo.

La relación entre el objetivo general y la cultura organizacional

La cultura organizacional juega un papel fundamental en la consecución del objetivo general. Chiavenato destaca que una cultura empresarial que apoya el compromiso, la innovación y la excelencia tiene mayores probabilidades de alcanzar sus metas. Por otro lado, una cultura con baja cohesión, falta de comunicación o resistencia al cambio puede obstaculizar el logro del objetivo general, incluso si está bien formulado.

Una empresa con una cultura clara y alineada con su objetivo general puede convertir este en una realidad. Por ejemplo, si el objetivo general es innovar constantemente, la cultura debe fomentar la creatividad, el riesgo calculado y el reconocimiento a las buenas ideas. Esto implica que los líderes deben ser modelos de esta cultura y promoverla activamente.

¿Para qué sirve el objetivo general de una empresa según Chiavenato?

El objetivo general, según Chiavenato, sirve como guía estratégica para la empresa, con múltiples funciones clave:

  • Guía de acción: Proporciona una dirección clara sobre hacia dónde debe ir la empresa.
  • Base para la toma de decisiones: Ayuda a priorizar proyectos, inversiones y recursos.
  • Fuente de motivación: Da sentido al trabajo de los empleados y refuerza la identidad organizacional.
  • Base para medir el éxito: Permite evaluar el progreso y ajustar estrategias si es necesario.

Un buen ejemplo es una empresa que tiene como objetivo general mejorar la calidad de vida de sus clientes mediante productos innovadores. Este objetivo no solo orienta el desarrollo de nuevos productos, sino también la formación del personal, el diseño de servicios y la estrategia de comunicación.

El propósito y la visión como sinónimos del objetivo general

Aunque Chiavenato no usa el término propósito como sinónimo directo del objetivo general, sí reconoce que el propósito de la empresa y su visión están estrechamente relacionados. Ambos conceptos son herramientas que ayudan a definir el objetivo general. Mientras que el propósito responde a la pregunta ¿para qué existe la empresa?, la visión responde a ¿qué quiere lograr la empresa en el futuro?. Ambos son componentes esenciales en la formulación del objetivo general.

Por ejemplo, si el propósito de una empresa es mejorar la salud de las personas, su visión podría ser ser el líder en soluciones médicas innovadoras, y su objetivo general sería mejorar el acceso a tratamientos médicos en comunidades rurales en los próximos cinco años.

El enfoque en el cliente como parte del objetivo general

Chiavenato subraya que el objetivo general no debe ignorar a los clientes. En su enfoque, una empresa que no tenga en cuenta las necesidades y expectativas de sus clientes corre el riesgo de no sobrevivir en el mercado. Por eso, el objetivo general debe reflejar una preocupación clara por el cliente.

Por ejemplo, una empresa de telecomunicaciones con un objetivo general de mejorar la experiencia digital del cliente debe implementar estrategias que aborden problemas como la velocidad de conexión, la calidad del soporte técnico y la personalización de servicios. Esto no solo mejora la satisfacción del cliente, sino también la lealtad y la reputación de la empresa.

El significado del objetivo general según Chiavenato

Para Chiavenato, el objetivo general no es un concepto abstracto, sino una herramienta poderosa para guiar a la empresa hacia el éxito. Es una meta clara, definida y alcanzable que se convierte en el núcleo de la estrategia organizacional. Este objetivo debe cumplir con ciertos criterios, como los siguientes:

  • Claridad: Debe ser fácil de entender para todos los empleados.
  • Alcance: Debe ser lo suficientemente amplio para incluir a todos los sectores de la organización.
  • Alineación: Debe estar en sintonía con la misión y visión de la empresa.
  • Realismo: Debe ser alcanzable con los recursos disponibles.
  • Medibilidad: Debe permitir que se evalúe el progreso y el éxito.

Un objetivo general que cumpla con estos criterios no solo orienta a la empresa, sino que también inspira a su equipo y fortalece su estructura estratégica.

¿De dónde surge el concepto de objetivo general según Chiavenato?

El concepto de objetivo general tiene sus raíces en la teoría de la administración estratégica, que ha evolucionado a lo largo del siglo XX. Chiavenato lo adopta y adapta a su contexto latinoamericano, donde las empresas enfrentan desafíos específicos, como la competitividad global, la regulación gubernamental y la diversidad cultural. Según el autor, el objetivo general surge de una combinación de factores internos y externos, como los recursos disponibles, el entorno económico, las tendencias del mercado y la visión del liderazgo.

En sus escritos, Chiavenato menciona que el objetivo general no se inventa de la nada, sino que se construye a partir de un proceso de análisis, diálogo y toma de decisiones colectivas. Esto garantiza que sea un compromiso real y no solo una declaración formal.

El objetivo general como sinónimo de misión y visión

Aunque Chiavenato no usa el término objetivo general como sinónimo directo de misión o visión, sí reconoce que estos conceptos están estrechamente relacionados. Mientras que la misión responde a ¿qué hacemos?, la visión responde a ¿hacia dónde vamos?, el objetivo general responde a ¿qué queremos lograr?. Por lo tanto, el objetivo general puede verse como una extensión de la visión, pero más concreta y operativa.

Por ejemplo, si la visión de una empresa es ser el referente en sostenibilidad en América Latina, su objetivo general podría ser reducir en un 50% las emisiones de carbono para el año 2030. De esta manera, el objetivo general se convierte en un pilar fundamental para convertir la visión en realidad.

¿Cómo se formula un objetivo general según Chiavenato?

Chiavenato propone una metodología clara para formular un objetivo general, que incluye los siguientes pasos:

  • Análisis del entorno: Evaluar factores internos y externos que afecten a la empresa.
  • Definición de la misión y visión: Establecer las bases filosóficas de la empresa.
  • Identificación de metas estratégicas: Determinar qué se quiere lograr a largo plazo.
  • Formulación del objetivo general: Traducir las metas estratégicas en un enunciado claro y medible.
  • Validación y aprobación: Asegurarse de que el objetivo general sea aceptado por los principales actores de la empresa.

Este proceso asegura que el objetivo general no solo sea realista, sino también motivador y alineado con el rumbo estratégico de la organización.

Cómo usar el objetivo general y ejemplos de uso

El uso del objetivo general según Chiavenato se extiende a múltiples aspectos de la gestión empresarial. Algunos ejemplos de su aplicación son:

  • Planificación estratégica: El objetivo general sirve como marco de referencia para elaborar planes anuales y de mediano plazo.
  • Comunicación interna: Se utiliza para motivar y orientar al equipo de trabajo.
  • Evaluación de proyectos: Cada nuevo proyecto debe ser evaluado en función de su contribución al objetivo general.
  • Gestión por objetivos (MBO): Se establecen metas individuales y departamentales alineadas con el objetivo general.

Por ejemplo, una empresa cuyo objetivo general es mejorar la calidad de sus servicios, puede implementar programas de capacitación, sistemas de retroalimentación y métricas de desempeño que reflejen esta meta.

El rol del clima organizacional en el cumplimiento del objetivo general

Un factor clave que Chiavenato no menciona directamente, pero que influye en el logro del objetivo general, es el clima organizacional. Este se refiere al ambiente psicológico y social que existe en una empresa y que influye en el comportamiento de los empleados. Un clima organizacional positivo fomenta la colaboración, la motivación y la creatividad, lo que facilita el logro del objetivo general.

Por ejemplo, una empresa con un clima organizacional basado en el respeto, la transparencia y la participación de los empleados en la toma de decisiones, tiene mayores probabilidades de alcanzar un objetivo general ambicioso. Por el contrario, un clima tóxico o indiferente puede obstaculizar el progreso, incluso si el objetivo está bien formulado.

El papel de la cultura organizacional en la formulación del objetivo general

La cultura organizacional también desempeña un papel fundamental en la definición y cumplimiento del objetivo general. Chiavenato no aborda este tema en detalle, pero es ampliamente reconocido en la literatura de gestión que una cultura sólida puede convertir un objetivo general en una realidad. La cultura define los valores, normas y comportamientos que se esperan de los empleados, y debe estar alineada con el objetivo general para garantizar su efectividad.

Por ejemplo, una empresa con una cultura de innovación tiene más probabilidades de lograr un objetivo general orientado a la creación de nuevos productos. En cambio, una empresa con una cultura conservadora puede enfrentar resistencias al intentar cambiar su rumbo estratégico.