La organización por productos es un modelo de estructura empresarial que se centra en agrupar actividades y recursos según las líneas de productos que una empresa ofrece. Este enfoque permite una gestión más eficiente al permitir que cada división se enfoque en un segmento específico del mercado. En este artículo exploraremos a fondo qué significa este tipo de organización, cómo se implementa y en qué tipos de empresas es más efectivo.
¿Qué es la organización por productos?
La organización por productos es un tipo de estructura empresarial donde las diferentes líneas de productos o servicios se convierten en divisiones independientes. Cada división tiene su propio gerente, recursos y responsabilidades, lo que permite una mayor especialización y responsabilidad directa sobre el rendimiento del producto en cuestión.
Este modelo es especialmente útil en empresas que ofrecen una amplia gama de productos o servicios, ya que permite una gestión más ágil y enfocada. Por ejemplo, en una empresa de tecnología que fabrica teléfonos, computadoras y accesorios, cada uno de estos segmentos puede operar como una división independiente con su propio equipo de ventas, marketing y producción.
¿Sabías qué? Este tipo de organización se popularizó a mediados del siglo XX, especialmente en empresas como General Electric, que usó este modelo para separar sus distintas líneas de negocio, desde electrodomésticos hasta aviación. Esta estructura permitió a la empresa adaptarse mejor a los cambios del mercado.
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Otra ventaja clave de este modelo es que fomenta la toma de decisiones más rápidas, ya que los gerentes de cada división pueden actuar con autonomía sin depender constantemente de la alta dirección. Esto resulta en una mayor responsabilidad, pero también en una mayor capacidad de respuesta ante las necesidades del mercado.
Características de una estructura organizacional basada en productos
Una organización por productos se distingue por la forma en que delega autoridad y responsabilidad. Cada división opera como una unidad semi-autónoma, con su propio conjunto de departamentos funcionales como ventas, marketing, finanzas y operaciones. Esta estructura permite que las decisiones se tomen más cerca del lugar donde se generan los productos o servicios.
Además, la estructura por productos promueve una mayor especialización. Los gerentes de cada división son expertos en su línea de productos, lo que les permite entender mejor las necesidades del mercado y reaccionar con mayor rapidez. Por ejemplo, en una empresa de belleza con divisiones de cuidado facial, capilar y corporal, cada gerente está capacitado para manejar las particularidades de su sector.
Otra característica es la flexibilidad que ofrece. Si una división no está funcionando bien, la empresa puede reorganizarla o fusionarla con otra sin afectar a las demás. Esto es especialmente útil en entornos dinámicos donde la innovación y la adaptabilidad son claves para mantener la competitividad.
Ventajas y desventajas de la organización por productos
Una de las ventajas más destacadas de este modelo es la claridad en la responsabilidad. Cada división tiene un líder directo que responde por el desempeño de su área. Esto facilita la medición de resultados y la toma de decisiones estratégicas. Además, permite una mayor autonomía en la toma de decisiones, lo que puede acelerar los procesos operativos.
Sin embargo, también existen desventajas. Una de ellas es la duplicación de funciones, ya que cada división puede tener su propio departamento de marketing o finanzas, lo que aumenta los costos operativos. Además, puede surgir una competencia interna entre las divisiones, lo que en algunos casos puede afectar la cohesión organizacional.
Otra desventaja es que puede dificultar la coordinación entre divisiones, especialmente si los productos están relacionados entre sí. Por ejemplo, en una empresa que fabrica hardware y software, puede ser difícil sincronizar esfuerzos entre las dos divisiones si operan de manera independiente.
Ejemplos de empresas que usan la organización por productos
Algunas de las empresas más grandes del mundo han adoptado la organización por productos como parte de su estrategia de gestión. Un claro ejemplo es Procter & Gamble, que organiza sus operaciones por marcas y productos, como Pampers, Tide y Gillette. Cada marca tiene su propio equipo de gestión, marketing y operaciones, lo que permite una mayor flexibilidad y enfoque en cada segmento del mercado.
Otro ejemplo es Apple, que, aunque no se divide oficialmente en divisiones por productos, maneja equipos dedicados a iPhone, iPad, Mac, servicios y accesorios. Cada equipo actúa como una unidad semi-autónoma con su propio presupuesto y estrategia de desarrollo.
Ejemplos más específicos incluyen:
- Toyota organiza sus operaciones por región y por tipo de vehículo (automóviles, camionetas, híbridos).
- Microsoft divide su negocio en divisiones como Windows, Xbox, Azure, y Office.
- General Electric (GE) tiene divisiones dedicadas a aviación, energía, salud y finanzas.
Estos ejemplos muestran cómo este tipo de organización puede adaptarse a diferentes industrias y tamaños de empresas, siempre con el objetivo de mejorar la eficiencia y la rentabilidad.
Concepto de organización por productos: una visión estratégica
Desde un punto de vista estratégico, la organización por productos permite a las empresas segmentar su mercado y atender mejor las necesidades de cada cliente. Al asignar recursos y responsabilidades específicas a cada producto, las empresas pueden ofrecer una atención más personalizada y una mayor adaptabilidad al mercado.
Este modelo también facilita la innovación. Cada división puede experimentar con nuevas ideas sin afectar a las demás, lo que permite un proceso de prueba y error más eficiente. Además, permite a las empresas identificar rápidamente cuáles son sus productos más rentables y cuáles necesitan ajustes o pueden ser eliminados.
Por otro lado, desde el punto de vista operativo, este enfoque permite una mayor eficiencia en la producción y distribución. Los equipos pueden especializarse en un producto específico, lo que reduce tiempos de producción y mejora la calidad. En resumen, la organización por productos no solo es una estructura operativa, sino una estrategia clave para el crecimiento y la competitividad empresarial.
5 ejemplos de empresas con estructura por productos
- Procter & Gamble (P&G) – Divide su negocio por marcas como Tide, Pampers, Gillette y Head & Shoulders, cada una con su propio equipo de gestión.
- Samsung – Organiza su empresa en divisiones como electrónica de consumo, componentes, telecomunicaciones y servicios.
- General Electric (GE) – Opera divisiones en aviación, salud, energía, finanzas y tecnología industrial.
- Nestlé – Estructura su negocio por regiones y por productos, como alimentos, bebidas y nutrición.
- Microsoft – Divide su negocio en divisiones como Windows, Xbox, Azure, Office y Bing, cada una con su propio equipo de desarrollo y marketing.
Estos ejemplos ilustran cómo empresas de diferentes sectores usan este modelo para mejorar su rendimiento y adaptarse a los cambios del mercado.
Diferencias entre organización por productos y por funciones
Aunque ambas estructuras buscan optimizar la operación empresarial, la organización por productos y la organización por funciones tienen diferencias clave. En la organización por funciones, los empleados se agrupan según sus habilidades y áreas de trabajo, como marketing, finanzas o producción. En cambio, en la organización por productos, los empleados se agrupan según los productos o servicios que producen.
Por ejemplo, en una empresa de automóviles con estructura por funciones, los departamentos de diseño, ingeniería, producción y marketing trabajan juntos para todos los modelos. En cambio, en una empresa con estructura por productos, cada modelo (como SUV, sedán, eléctrico) puede tener su propio equipo de diseño, producción y marketing.
Otra diferencia es la toma de decisiones. En la organización por funciones, las decisiones se toman desde arriba, mientras que en la organización por productos, los gerentes de cada división tienen más autonomía. Esto permite una mayor rapidez en la ejecución y una mejor adaptación al mercado.
¿Para qué sirve la organización por productos?
La organización por productos sirve principalmente para mejorar la eficiencia operativa y la adaptabilidad al mercado. Al agrupar recursos y responsabilidades según el producto, las empresas pueden responder más rápidamente a los cambios en la demanda, innovar con mayor facilidad y optimizar la producción.
Además, este tipo de organización permite una mejor medición del desempeño de cada producto o servicio. Los gerentes pueden evaluar con mayor precisión la rentabilidad, el crecimiento y la eficiencia de cada división, lo que facilita la toma de decisiones estratégicas.
Por ejemplo, en una empresa farmacéutica que fabrica medicamentos para diferentes enfermedades, la organización por productos permite a cada división enfocarse en su mercado objetivo, lo que mejora la efectividad del marketing y la comercialización.
Sinónimos y variantes de la organización por productos
Otras formas de referirse a la organización por productos incluyen: estructura por líneas de negocio, división por productos, organización por segmentos o modelo de división funcional. Cada una de estas expresiones describe esencialmente el mismo concepto: la separación de las operaciones empresariales según los productos o servicios que se ofrecen.
También se puede mencionar como estructura divisional, especialmente cuando se enfatiza el rol de cada división como una unidad semi-autónoma dentro de la empresa. Este tipo de organización puede variar según el tamaño y la industria de la empresa, pero su propósito fundamental es el mismo: mejorar la eficiencia y el enfoque en cada línea de producto.
Aplicación de la organización por productos en diferentes industrias
La organización por productos se puede aplicar en una amplia variedad de industrias, desde la manufactura hasta el sector servicios. En la industria automotriz, por ejemplo, las empresas como Ford o Toyota dividen sus operaciones en divisiones dedicadas a vehículos ligeros, comerciales y eléctricos. Esto les permite optimizar la producción y adaptarse mejor a las demandas del mercado.
En la industria tecnológica, empresas como Google o Amazon usan divisiones para manejar servicios como búsqueda, publicidad, nube, hardware y logística. Cada división opera de forma semi-independiente, lo que permite una mayor flexibilidad y capacidad de innovación.
En el sector de la salud, empresas como Johnson & Johnson dividen sus operaciones por segmentos como farmacéuticos, dispositivos médicos y belleza. Esto les permite atender mejor las necesidades de cada mercado y ofrecer productos más especializados.
Significado de la organización por productos en la gestión empresarial
La organización por productos no solo es una estructura operativa, sino una herramienta estratégica clave en la gestión empresarial. Su significado radica en la capacidad de agrupar recursos y responsabilidades de manera que se maximice la eficiencia y la rentabilidad. Al asignar equipos y recursos a cada producto, las empresas pueden optimizar su producción, mejorar su servicio al cliente y aumentar su competitividad.
Este modelo también permite una mayor visibilidad sobre el desempeño de cada producto. Los gerentes pueden identificar rápidamente cuáles son los productos más exitosos y cuáles necesitan ajustes. Esto facilita la toma de decisiones estratégicas, como aumentar la inversión en un producto prometedor o retirar otro que no esté rendiendo.
Otra ventaja del significado de este modelo es que fomenta la innovación. Al trabajar en divisiones independientes, los equipos pueden experimentar con nuevas ideas sin afectar a las demás áreas de la empresa. Esto es especialmente útil en sectores como la tecnología, donde la innovación es esencial para mantenerse relevante.
¿Cuál es el origen de la organización por productos?
El origen de la organización por productos se remonta al desarrollo de grandes empresas industriales a mediados del siglo XX. Fue en esta época cuando empresas como General Electric y Procter & Gamble comenzaron a organizar sus operaciones por divisiones de productos para mejorar la eficiencia y la especialización.
Este modelo evolucionó como respuesta a la necesidad de adaptarse a mercados cada vez más segmentados y competitivos. Al separar las operaciones por productos, las empresas podían manejar mejor la diversidad de sus ofertas y responder con mayor rapidez a las demandas del mercado.
A lo largo de las décadas, este modelo se ha adaptado para incluir no solo productos físicos, sino también servicios y modelos digitales. Hoy en día, empresas como Netflix o Spotify usan divisiones para manejar contenido, publicidad y tecnología, siguiendo el mismo principio de organización por productos.
Variantes modernas de la organización por productos
En la actualidad, la organización por productos ha evolucionado para incluir variantes como la organización por servicios, por canales o por clientes. Estas adaptaciones permiten a las empresas atender mejor las necesidades de sus clientes y operar con mayor flexibilidad.
Por ejemplo, una empresa de software puede dividir su negocio en divisiones por tipo de cliente (empresas, consumidores) o por canal (en línea, tiendas físicas). Esto permite un enfoque más personalizado y una mejor gestión de los recursos.
Otra variante es la organización híbrida, que combina elementos de la organización por productos con otros modelos como la organización por regiones o por funciones. Esta flexibilidad es especialmente útil para empresas multinacionales con operaciones en múltiples mercados.
¿Cómo se implementa la organización por productos?
La implementación de una organización por productos requiere una planificación estratégica cuidadosa. El primer paso es identificar las líneas de productos o servicios que la empresa ofrece y determinar si cada una tiene suficiente volumen y relevancia como para justificar una división independiente.
Una vez identificadas las líneas de productos, se debe asignar un gerente para cada división y dotarla de los recursos necesarios. Esto incluye personal, tecnología y presupuesto. Es importante garantizar que cada división tenga la autonomía necesaria para tomar decisiones rápidas, pero también que esté alineada con los objetivos generales de la empresa.
Además, se debe establecer un sistema de comunicación y coordinación entre las divisiones para evitar duplicidades y garantizar una cooperación efectiva. Esto puede incluir reuniones periódicas, informes compartidos y herramientas de gestión integradas.
Cómo usar la organización por productos y ejemplos de uso
La organización por productos se usa principalmente en empresas que ofrecen una amplia gama de productos o servicios. Para implementarla, las empresas deben seguir una serie de pasos:
- Identificar las líneas de productos o servicios principales.
- Asignar un gerente y recursos a cada división.
- Definir los objetivos y metas de cada división.
- Establecer un sistema de medición del desempeño.
- Promover la colaboración entre divisiones cuando sea necesario.
Un ejemplo de uso práctico es en una empresa de ropa que divide su negocio en divisiones por tipo de cliente: niños, adultos y deportistas. Cada división tiene su propio equipo de diseño, marketing y ventas, lo que permite una mejor adaptación a las necesidades de cada grupo.
Cómo evaluar el éxito de una organización por productos
Evaluar el éxito de una organización por productos implica medir el desempeño de cada división según indicadores clave como la rentabilidad, el crecimiento, la satisfacción del cliente y la eficiencia operativa. Es importante establecer metas claras para cada división y comparar su desempeño con el de otras divisiones y con las metas de la empresa como un todo.
Además, es útil realizar auditorías periódicas para identificar áreas de mejora y ajustar la estrategia si es necesario. Estas auditorías pueden incluir revisiones de procesos, análisis de costos y evaluaciones de la capacidad de innovación de cada división.
Otra forma de evaluar el éxito es mediante la retroalimentación de los clientes y empleados. Esto permite identificar problemas operativos y ajustar la estructura según las necesidades reales de la empresa.
Tendencias actuales en la organización por productos
En la era digital, la organización por productos se está adaptando a nuevas realidades del mercado. Una tendencia actual es la integración de equipos multidisciplinarios dentro de cada división. Esto permite combinar habilidades de diseño, tecnología, marketing y logística para ofrecer soluciones más completas a los clientes.
Otra tendencia es el uso de datos y análisis avanzado para optimizar la toma de decisiones. Las empresas están utilizando inteligencia artificial y análisis predictivo para prever tendencias del mercado y ajustar sus estrategias con mayor precisión.
Además, muchas empresas están adoptando un modelo híbrido que combina la organización por productos con otros enfoques, como la organización por regiones o por clientes. Esta flexibilidad permite a las empresas operar de manera más eficiente en mercados globales y altamente competitivos.
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