Que es el argumento en una historia un obra literaria

Que es el argumento en una historia un obra literaria

El argumento de una obra literaria es el núcleo que da forma y dirección a toda la narrativa. También conocido como trama o estructura narrativa, el argumento se refiere a la secuencia de eventos que conforman la historia y que están organizados con un propósito claro: atrapar al lector, transmitir una idea o provocar una reflexión. En este artículo exploraremos en profundidad qué es el argumento en una historia, su importancia, cómo se construye y qué elementos lo conforman, para comprender su relevancia en la literatura.

¿Qué es el argumento en una historia o una obra literaria?

El argumento es la esencia de cualquier narrativa. Se define como la secuencia ordenada de hechos que se desarrollan a lo largo de una obra literaria, desde el inicio hasta el final. Esta secuencia no es aleatoria, sino que sigue una estructura lógica que incluye una introducción, desarrollo y desenlace, y a menudo incorpora elementos como el conflicto, el clímax y la resolución.

En la literatura, el argumento no solo sirve para contar una historia, sino que también cumple funciones narrativas y simbólicas. A través de él, el autor puede explorar temas universales, presentar personajes complejos o transmitir una crítica social. Un buen argumento logra involucrar al lector emocional y intelectualmente, manteniéndolo interesado hasta la última página.

Un dato curioso es que la estructura del argumento moderno tiene sus raíces en la antigua Grecia. Aristóteles, en su obra *Poética*, fue uno de los primeros en sistematizar la trama narrativa, describiendo los elementos esenciales de una obra dramática. Según él, el argumento debe tener coherencia, completitud y unidad, lo que se traduce en una narrativa bien construida y significativa.

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Además, el argumento puede adoptar diferentes formas según el género literario. En una novela realista, puede ser lineal y basado en hechos cotidianos; en una obra fantástica o de ciencia ficción, puede incluir elementos imaginarios o situaciones hipotéticas. En cualquier caso, el argumento debe servir como base para la narración y como herramienta para el mensaje del autor.

El esqueleto que sostiene la narrativa

El argumento de una obra literaria actúa como el esqueleto sobre el que se construye el cuerpo de la narrativa. Sin una estructura sólida, la historia podría caer en la confusión o la repetición, perdiendo el interés del lector. A través del argumento, los elementos como los personajes, los escenarios y los diálogos adquieren coherencia y propósito.

Un argumento bien diseñado permite que los sucesos de la historia fluyan de manera natural, manteniendo una tensión constante que mantiene al lector en vilo. Por ejemplo, en una novela de misterio, el argumento puede construirse alrededor de la investigación de un crimen, con pistas, sospechosos y giros inesperados que mantienen la trama interesante. En una historia de amor, el argumento puede centrarse en los obstáculos que enfrentan los protagonistas para estar juntos.

Además de su función narrativa, el argumento también puede tener un propósito simbólico. En muchas obras literarias, la trama representa una lucha interna o externa del ser humano, reflejando valores, ideologías o conflictos sociales. Por ejemplo, en *1984* de George Orwell, el argumento no solo muestra la opresión del Estado, sino que también simboliza la lucha por la libertad individual en un mundo totalitario.

La importancia de la estructura en la narrativa

Una de las características más destacadas del argumento es su estructura, que proporciona un marco para la organización de los eventos. Esta estructura puede seguir diferentes modelos, como la clásica de tres actos (introducción, desarrollo, desenlace) o estructuras más complejas que incluyen subtramas y paralelos narrativos. Cada uno de estos modelos tiene ventajas según el tipo de historia que se quiere contar.

Por ejemplo, en la estructura de tres actos, el argumento se divide en tres partes claramente definidas. El primer acto introduce al lector a los personajes y al mundo de la historia, estableciendo el conflicto principal. El segundo acto se centra en el desarrollo del conflicto, con altibajos, tensiones y momentos críticos. El tercer acto resuelve el conflicto, ofreciendo un desenlace que puede ser feliz, trágico o ambiguo.

El autor tiene libertad para innovar dentro de estas estructuras, pero es fundamental que el argumento mantenga coherencia y progresión. Un argumento mal estructurado puede llevar a confusiones, personajes sin desarrollo o una historia que no logra concluir de manera satisfactoria. Por ello, el estudio de la estructura narrativa es esencial para cualquier escritor que desee crear una obra literaria impactante.

Ejemplos de argumentos en obras literarias famosas

Para comprender mejor el concepto de argumento, es útil analizar ejemplos concretos. Tomemos la novela *Cien años de soledad* de Gabriel García Márquez. El argumento de esta obra se desarrolla a lo largo de varias generaciones de la familia Buendía en el pueblo ficticio de Macondo. El conflicto principal gira en torno al destino inevitable de los personajes, marcado por la soledad y la repetición de errores. A través de un argumento complejo y lleno de simbolismos, García Márquez explora temas como el tiempo, la memoria y la historia.

Otro ejemplo es *Don Quijote de la Mancha* de Miguel de Cervantes. El argumento se centra en las aventuras de un hidalgo que, tras leer demasiados libros de caballería, decide convertirse en caballero andante. A través de sus desventuras, Cervantes construye un argumento que combina la comedia con la crítica social, mostrando cómo la imaginación puede distorsionar la realidad. El argumento sigue un desarrollo lineal, pero está lleno de giros inesperados y personajes memorables.

También podemos mencionar *El gran Gatsby* de F. Scott Fitzgerald. El argumento se desarrolla en torno a Jay Gatsby y su obsesión por recuperar a Daisy, una mujer que representa su ideal de felicidad. A través de esta historia, Fitzgerald explora temas como la decadencia de la élite norteamericana, el sueño americano y la naturaleza efímera de la felicidad. El argumento, aunque sencillo en apariencia, está cargado de simbolismo y profundidad emocional.

El argumento como herramienta narrativa

El argumento no es solo una secuencia de eventos, sino una herramienta narrativa que el autor utiliza para transmitir ideas, emociones y valores. A través del argumento, el autor puede construir personajes tridimensionales, desarrollar conflictos interesantes y crear escenarios que reflejen la realidad o la imaginación. Un buen argumento permite al lector sumergirse en el mundo de la obra y experimentar emociones como el miedo, el amor, la tristeza o la esperanza.

Además, el argumento puede servir para explorar temas universales, como la justicia, el poder, la identidad o la muerte. Por ejemplo, en *Macbeth* de William Shakespeare, el argumento se centra en la ambición y sus consecuencias. A través de la caída de Macbeth, Shakespeare muestra cómo la codicia puede corromper a una persona y llevarla a su destrucción. El argumento está construido con un clímax intenso y una resolución trágica, lo que hace que la obra sea memorable y poderosa.

El argumento también puede ser una forma de crítica social. En *El cuervo* de Edgar Allan Poe, el argumento no solo es una historia de duelo y melancolía, sino también una exploración de la naturaleza humana y la lucha contra la desesperanza. A través de un argumento simbólico y poético, Poe logra transmitir emociones profundas y provocar una reflexión en el lector.

Una recopilación de elementos que conforman el argumento

Para construir un argumento sólido, el autor debe incluir varios elementos esenciales. Estos incluyen:

  • Introducción o planteamiento: Aquí se presenta al lector el mundo de la historia, los personajes principales y el conflicto inicial.
  • Desarrollo: Este es el corazón del argumento, donde los personajes enfrentan desafíos, toman decisiones y la tensión aumenta.
  • Clímax: Es el punto más intenso de la historia, donde el conflicto principal alcanza su punto máximo y se decide el destino de los personajes.
  • Desenlace o resolución: Aquí se resuelve el conflicto, los personajes encuentran su lugar y la historia llega a su conclusión.

Además de estos elementos, el argumento puede incluir subtramas, personajes secundarios y giros inesperados que mantienen al lector interesado. La combinación de estos elementos permite al autor crear una narrativa coherente y emocionalmente impactante.

El argumento como guía para el lector

El argumento también sirve como una guía para el lector, ayudándole a comprender la historia y a seguir su progreso. A través del argumento, el lector puede anticipar lo que sucederá a continuación, identificar con los personajes y sentir empatía por sus desafíos. Un buen argumento logra involucrar al lector en la narrativa, haciéndole sentir parte de la historia.

Por ejemplo, en una novela de terror, el argumento construye una atmósfera de suspense y miedo, manteniendo al lector en tensión constante. En una novela romántica, el argumento puede mostrar el crecimiento emocional de los personajes y la evolución de su relación. En ambos casos, el argumento actúa como una guía emocional y narrativa que lleva al lector a través de la historia.

Además, el argumento puede ayudar al lector a reflexionar sobre temas universales y a hacer conexiones con su propia vida. A través de la trama, el lector puede encontrar respuestas a preguntas personales, descubrir nuevas perspectivas o simplemente disfrutar de una historia bien contada.

¿Para qué sirve el argumento en una obra literaria?

El argumento sirve múltiples funciones en una obra literaria. En primer lugar, es la base sobre la cual se construye toda la narrativa. Sin un argumento claro y coherente, la historia puede resultar caótica o incomprensible. El argumento proporciona estructura, dirección y propósito a la obra, permitiendo al autor comunicar su mensaje de manera efectiva.

En segundo lugar, el argumento permite al autor explorar temas profundos y significativos. A través de los eventos que ocurren en la historia, el autor puede transmitir ideas sobre la vida, la sociedad, la moral y el ser humano. Por ejemplo, en *La Odisea* de Homero, el argumento no solo muestra las aventuras de Ulises, sino también los valores griegos de la lealtad, la inteligencia y la perseverancia.

Finalmente, el argumento tiene una función emocional. A través de la trama, el lector puede experimentar una amplia gama de emociones, desde el miedo hasta la esperanza, pasando por el amor, el odio o la tristeza. Esta conexión emocional es una de las razones por las que la literatura es tan poderosa y perdurable.

La estructura narrativa y su relación con el argumento

La estructura narrativa está estrechamente relacionada con el argumento, ya que define cómo se organiza la historia. Una estructura bien diseñada permite al autor controlar el ritmo de la narrativa, mantener la tensión y ofrecer un desenlace satisfactorio. Existen varias estructuras narrativas comunes, cada una con sus propias características y ventajas.

La estructura de tres actos es una de las más utilizadas. En el primer acto, se presenta el mundo de la historia y el conflicto principal. En el segundo acto, se desarrolla el conflicto, con obstáculos y desafíos que ponen a prueba a los personajes. En el tercer acto, se resuelve el conflicto y se cierra la historia. Esta estructura es especialmente útil para novelas y guiones cinematográficos.

Otra estructura común es la circular, donde la historia comienza y termina en el mismo lugar, pero con una diferencia significativa. Esta estructura se utiliza a menudo en historias que exploran el cambio personal o el crecimiento. Por ejemplo, en *El viaje de Chihiro* de Studio Ghibli, la protagonista comienza su aventura como una niña insegura y termina como una joven valiente y segura de sí misma.

El argumento como reflejo de la realidad

El argumento también puede servir como un espejo de la realidad, reflejando las condiciones sociales, políticas o culturales de la época en que fue escrito. A través de la trama, los autores pueden criticar injusticias, mostrar la vida de diferentes grupos sociales o explorar conflictos humanos universales. Por ejemplo, en *La casa de los espíritus* de Isabel Allende, el argumento no solo narra la historia de una familia, sino que también aborda la historia política de Chile, mostrando cómo los cambios sociales afectan a las personas.

En este sentido, el argumento tiene una función social y educativa. A través de la narrativa, los lectores pueden comprender mejor el mundo en el que viven y hacerse preguntas sobre su lugar en él. El argumento, por tanto, no solo es una herramienta narrativa, sino también una forma de comunicación y reflexión.

El significado del argumento en la literatura

El argumento es una de las herramientas más poderosas de la literatura, ya que permite al autor contar una historia que capte la atención del lector y transmita un mensaje profundo. Su significado va más allá de una simple secuencia de eventos, ya que representa la forma en que el autor organiza su pensamiento y sus ideas para crear una experiencia narrativa completa.

El argumento también define la identidad de la obra. Una novela con un argumento sólido es memorable y impactante, mientras que una novela con un argumento débil puede resultar aburrida o confusa. Por eso, los autores dedican tiempo y esfuerzo a planificar y desarrollar su argumento antes de comenzar a escribir.

Además, el argumento puede servir como un punto de partida para el análisis literario. Los críticos y estudiosos suelen examinar la estructura del argumento para entender mejor la obra, identificar temas recurrentes y explorar la intención del autor. En este sentido, el argumento no solo es un elemento narrativo, sino también un objeto de estudio y reflexión.

¿Cuál es el origen del término argumento en la literatura?

El término argumento proviene del latín *argumentum*, que significa razón, prueba o fundamento. En la antigua Grecia, los filósofos como Aristóteles utilizaban el concepto de *logos* (razón) para referirse a la estructura lógica de un discurso o una narrativa. Con el tiempo, este concepto evolucionó y se aplicó a la literatura, donde el argumento se convirtió en la base sobre la cual se construía la trama de una obra.

En la Edad Media y el Renacimiento, el término se utilizaba con frecuencia en la teoría literaria para describir la estructura de las obras dramáticas y narrativas. En el siglo XIX, con el auge del realismo, el argumento adquirió una importancia aún mayor, ya que los autores buscaban reflejar con precisión la realidad a través de historias con estructuras coherentes y significativas.

Hoy en día, el término argumento se utiliza en múltiples contextos, desde la literatura hasta la cinematografía, el periodismo o incluso la filosofía. En cada uno de estos campos, el argumento mantiene su esencia: ser un conjunto de elementos organizados con un propósito claro.

La importancia del argumento en la narrativa audiovisual

Aunque este artículo se centra en la literatura, es importante destacar que el argumento también es fundamental en la narrativa audiovisual, como el cine o la televisión. En estas formas de arte, el argumento es lo que mantiene al espectador interesado, ya que se basa en la combinación de imágenes, sonido y diálogo. Un buen argumento cinematográfico, como el de *Pulp Fiction* de Quentin Tarantino, puede tener múltiples tramas que se entrelazan de manera creativa, manteniendo al espectador sorprendido y comprometido.

En la televisión, el argumento se extiende a lo largo de múltiples episodios, lo que permite al autor desarrollar personajes más profundos y conflictos más complejos. Por ejemplo, en *Breaking Bad*, el argumento sigue la transformación de un profesor de química en un fabricante de drogas, mostrando cómo sus decisiones afectan su vida y la de los demás. Este tipo de argumento progresivo permite al espectador seguir la historia con interés a lo largo de varias temporadas.

En ambos casos, el argumento actúa como el eje central de la narrativa, proporcionando estructura, coherencia y emoción. Sin un buen argumento, incluso la mejor cinematografía o actuación no sería suficiente para mantener la atención del público.

¿Cómo se diferencia el argumento de la trama?

Aunque a menudo se utilizan de manera intercambiable, el argumento y la trama no son exactamente lo mismo. La trama se refiere específicamente a la secuencia de eventos que ocurren en la historia, mientras que el argumento abarca la estructura y la organización de esos eventos. En otras palabras, la trama es lo que sucede, y el argumento es cómo se presenta lo que sucede.

Por ejemplo, en una novela de misterio, la trama puede consistir en la investigación de un crimen, mientras que el argumento puede estructurarse de manera que el lector se mantenga en suspense hasta el final. En este caso, el argumento incluye elementos como el planteamiento, el desarrollo del misterio y el desenlace, mientras que la trama se centra en los hechos específicos del crimen y su resolución.

Entender esta diferencia es clave para analizar y escribir obras literarias. Mientras que la trama puede ser sencilla o compleja, el argumento debe ser coherente y bien estructurado para que la historia fluya de manera natural y satisfactoria.

Cómo usar el argumento en la escritura creativa

Para escribir una obra literaria con un buen argumento, es importante seguir algunos pasos básicos:

  • Definir el conflicto central: Todo buen argumento parte de un conflicto, ya sea interno o externo. Este conflicto será el motor de la historia.
  • Estructurar la historia: Decidir cómo se organizarán los eventos. Puedes usar estructuras clásicas como la de tres actos o explorar formas más innovadoras.
  • Desarrollar a los personajes: Los personajes deben estar alineados con el argumento y evolucionar a lo largo de la historia.
  • Incluir giros y sorpresas: Estos elementos mantienen al lector interesado y evitan que la historia se vuelva predecible.
  • Resolver el conflicto: El desenlace debe ofrecer una resolución satisfactoria, aunque no siempre tiene que ser feliz.

Por ejemplo, si estás escribiendo una novela de ciencia ficción, puedes comenzar con un conflicto como una invasión alienígena. Luego, estructurar la historia en torno a la resistencia humana, con personajes que enfrenten desafíos y descubran secretos. A medida que avanza la historia, puedes incluir giros como una traición interna o un descubrimiento inesperado. Finalmente, resolver el conflicto con un desenlace que deje a los lectores pensando.

El argumento como herramienta de análisis literario

El argumento no solo es útil para escribir, sino también para analizar obras literarias. Los críticos y estudiosos suelen examinar el argumento para entender la estructura, los temas y la intención del autor. Por ejemplo, al analizar el argumento de *1984*, se puede identificar cómo Orwell construye una historia que refleja sus preocupaciones sobre la dictadura y la censura.

El análisis del argumento también permite comparar obras literarias. Por ejemplo, al comparar el argumento de *Cien años de soledad* con el de *El lobo estepario*, se puede observar cómo ambos autores utilizan diferentes estructuras narrativas para transmitir sus ideas. Mientras que García Márquez utiliza una estructura cíclica y mágica, Hesse opta por una estructura lineal y filosófica.

Además, el argumento puede revelar patrones y temas recurrentes en la literatura. Por ejemplo, muchas obras exploran el tema del crecimiento personal a través de un argumento que muestra la evolución de los personajes. Este tipo de análisis permite a los lectores comprender mejor las obras que leen y apreciar su valor literario.

El argumento en la literatura contemporánea

En la literatura contemporánea, el argumento sigue siendo una herramienta fundamental, pero también se ha diversificado y modernizado. Muchos autores actuales experimentan con la estructura narrativa, rompiendo con las convenciones tradicionales para ofrecer una experiencia más inmersiva al lector. Por ejemplo, en novelas como *La vida: una novela* de Siri Hustvedt, el argumento se presenta de manera no lineal, con múltiples perspectivas que se entrelazan.

Otro ejemplo es *El club de los solteros* de Celeste Ng, donde el argumento se construye alrededor de una casa y sus propietarios, explorando cómo los cambios en la estructura familiar afectan a cada uno de los personajes. A través de este argumento, Ng aborda temas como la identidad, la pérdida y la redención.

En la literatura contemporánea, el argumento también se ha utilizado para explorar temas actuales como el cambio climático, la inmigración o la diversidad cultural. Por ejemplo, en *The Overstory* de Richard Powers, el argumento gira en torno a las vidas de ocho personajes cuyas historias se entrelazan con la historia de los árboles, mostrando cómo la naturaleza y la humanidad están interconectadas.